La huella genética de sefardíes y bereberes
Que España ha sido un cruce de culturas a lo largo de los siglos no es nada nuevo. Por este solar ibérico han pasado fenicios, griegos, romanos, germanos, árabes, judíos y norteafricanos entre otoros. Lo que nunca se había llegado a cuantificar es el aporte genético que estos grupos habían dejado en los españoles de la actualidad.
Pues bien, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Leicester (Reino Unido) y por la Universitat Pompeu Fabra demuestra que un 20% de los españoles tiene antepasados sefarditas y otro 10% norteafricanos. El estudio se centra en el cromosoma Y, por lo que sólo se hace referencia al linaje masculino de los sujetos. Lo que se ha vendio a demostrar es, en términos muy simples, que 2 de cada 10 españoles tienen un antepasado masculino por vía paterna (el padre, del padre, del padre, etc) de origen judío, y 1 de cada 10 procedente del norte de África, o sea, bereber. El resto del aporte genético de los españoles está conformado por el mismo sustrato común en casi todos los europeos.
Estos datos representan la media, puesto que en Asturias, por ejemplo, el 45% de los sujetos estudiados mostraban coincidencias con el grupo sefardí, mientras que sólo 6 de cada 100 catalanes parece tener antepasados hebreos.
Lo más curioso de este estudio es que parece que las poblaciones con más incidencia sefardí y norteafricana no se sitúan, como sería de esperar, en el sur de la península. Así, la presencia de antepasados provinientes del norte de África es mínima en zonas como Granada, y bastante destacable en el oeste de Castilla.
De todas formas, al no haber estudiado los linajes maternos se puede llegar a la conclusión de que el aporte de estos grupos puede ser mucho más destacado de lo apreciable por los datos de este estudio.
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