The Tudors
A petición de mi querido amigo Walter, a la sazón mi charro mejicano preferido, retomo la andadura de este bolg dedicado a la Historia en su versión más lúdica.
Para el primer artículo de esta nueva “temporada” he decidido hablarles de una serie de televisión norteamericana que ha llenado gran parte de mis noches del mes de diciembre. Se trata de The Tudors, producida por la cadena Showtime y que narra las vicisitudes, intrigas, amoríos y venganzas en la atribulada corte de Enrique VIII de Inglaterra.
The Tudors recurda, y mucho, a Roma, aquella otra magnífica serie de la cadena HBO que recuperaba los últimos años de la República Romana. Pues bien, The Tudors tiene en común con aquella el gusto por el detalle y por los escenarios, amén de una trama que atrapa desde el primer momento y que engancha literalmente al espectador a la pantalla.La serie, hasta la fecha, consta de dos temporadas, aunque pronto hará su parición la última entrega.
Es de agradecer que en una serie escrita e interpretada por anglosajones se tenga una cierta sensibilidad por los personajes españoles. Y digo esto porque tras haber visto en películas como Elisabeth y su secuela, en las que los españoles son poco más que africanos fanatizados por la religión, en The Tudors se los presenta como al resto de europeos del momento. Interesante resulta el personaje de la reina Catalina de Aragón, a la sazón primera esposa de Enrique VIII e hija de los Reyes Católicos. No se la presenta, pese a su vida piadosa, como a una especie de inquisidora, sino como a una reina inteligente y tenaz. El único fallo, y aquí sí que se cae en el tópico, es que la actriz es morena, una concesión a la idea de que todos los españoles lo somos, mientras que en la realidad la reina Catalina era rubia. Quizá también la mandíbula de Carlos V sea algo desproporcionada, aunque el personaje del emperador está bastante logrado.
Por lo demás, el elenco de actores realizan un magnífico trabajo y presentan un apasionante fresco de los primeros años del siglos XVI en la corte inglesa. Igual que en Roma, aquí también abundan las escenas subidas de tono, pero ¿acaso no ha sido el sexo una de las constantes en la historia de los hombres?
Por otro lado, quizá se haya tirado demasiado de ordenador para recrear algunos edificios, aunque esto se entiende ante la imposibilidad de recrearlos de cualquier otra forma.
Ya en lo subjetivo, de entre todos los personajes me quedo con dos: el cardenal Wolsey y Thomas More, más conocido por todos como Tomás Moro, autor de Utopía y canciller de Enrique VIII, que prefirió la muerte antes de someter sus creencias a los caprichos de su señor.Y en esto creo que se nota la mano de un guionista católico, o al menos no protestante, porque lo cierto es que no se acaba de dejar muy bien al protestantismo, al menos el inglés.
En definitiva, una gran serie que pueden ustedes bajar de aquí. Por cierto, la serie está en V.O. subtitulada, cosa que se agradece.
3 comentarios
Spens -
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Walter -
Un abrazo.