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El rincón de Clío

Elisabeth y la Gran y Felicísima Armada

Elisabeth y la Gran y Felicísima Armada

No he visto la última entrega de Elisabeth. Tampoco creo que vaya al cine a verla. Me decepcionó mucho la primera parte, en especial la poca rigurosidad al tratar a personajes como Catalina de Aragón. Recuerdo que en aquella película todo lo relacionado con los anglicanos era luminoso y colorido, mientras que la parte católica siempre era representada como oscura y tenebrosa. Además, el personaje del embajador de Felipe II tenía un aspecto poco europeo, por decirlo gentilmente.

Lo cierto es que esta segunda parte versa sobre la llamada Armada Invencible, conocida por los españoles como la Grande y Felicísima Armada o la Armada Grande. Ésta estaba formada por unos 250 barcos, 25 de los cuales eran galeones.

En contra de lo que dice la leyenda, la armada inglesa estaba mucho mejor preparada. Si hablamos sólo de galeones, los ingleses contaban con un total de 35, 10 más que sus rivales. En otro orden de cosas, la flota inglesa había sido reformada por sir John Hawkins, quien vio la necesidad de dotarla de naves más marineras y de cañones más potentes y precisos después de algunos desafortunados encuentros navales con españoles. En este sentido, cabe señalar que los españoles era imbatibles en combates “a la galana”, es decir, al abordaje y como si de una combate terrestre se tratara. Por el contrario, los ingleses eran superiores en enfrentamientos “a la atlántica”, en los que la artillería resultaba determinante.

La escuadra española estaba comandada por el duque de Medina Sidonia, quien tuvo que reemplazar de improviso al gran don Álvaro de Bazán, que murió poco antes de iniciarse la empresa. Bazán había pedido a Felipe II una escuadra de 500 naves, pero la penosa situación de la hacienda hizo que tuviera que conformarse con la mitad.

El 19 de febrero de 1588 parte la Grande y Felicísima Armada de Lisboa. El plan era simple; recoger a Aljandro de Farnesio y sus 35.000 infantes en Dunkerke (Flandes) y desembarcar con ellos cerca de Londres. Pero la Providencia quiso que la escuadra tuviera que una tormenta los sorprendiera en el golfo de Vizcaya y que 40 naves se perdieron y costó trabajo volver a reunir a la escuadra. Poco después, la flota tuvo recalar en Calé para aprovisionarse. Los ingleses, al mando de Francis Drake, partieron de Plymouth y, en un alarde de ingenio, mandaron 8 barcos en llamas al interior del puerto para obligar a salir de él a las naves españolas. La desbandada fue general y Medina Sidonia tuvo que emplearse a fondo para que la flota española no se disgregase. El 8 de agosto, las dos escuadras se enfrentaron en las Gravelinas. Los ingleses dieron muestra de su superioridad artillera y, pese a que los españoles sólo perdieron 6 barcos, las bajas en vidas humanas alcanzaron las 600. Sin provisiones ni pertrechos, sometidos a terribles tormentas, los españoles decidieron regresar bordeando la costa de Escocia. Muchas naves de la flota no estaban preparadas para el rigor del Atlántico (habían sido diseñadas para navegar en el Mediterráneo) y acabaron por hundirse.

Por su parte, la reina Elisabeth había dado orden de ejecutar a cualquier español que recalase en sus costas. Así, en Irlanda se asesinó, contraviniendo las leyes de la guerra, a unos 1.900 españoles. Un total de 6.000 hombres y 26 naves se perdieron frente a la costa irlandesa.

Algo más de la mitad de la flota logró regresar a España. Este revés, aunque magnificado por los ingleses, sólo fue un contratiempo para Felipe II, quien pospuso la invasión de Inglaterra para mejor momento. De hecho, la superioridad militar española continuó siendo hegemónica hasta mediados del siglo siguiente.

1 comentario

Jose Manuel -

Para escribir sobre historia hay que tener conocimientos de historia. No vale escribir por rellenar páginas, diciendo lo primero que a uno se le ocurra.
De Lisboa partieron 127 naves. La Armada Española era en todos los sentidos superior a la Inglesa. No tenía intención de invadir Inglaterra, sino de dar un escarmiento a la reina Isabel. En aquel tiempo la primera potencia mundial en el mar era España, seguida a muy larga distancia de Holanda, despues por Francia y a más larga distancia por Inglaterra. La persona que movió a los Ingleses a dotarse de una armada fué Felipe II, diez años rey consorte de Inglaterra, al observar la poca defensa que por mar tenían. El desastre de la Invencible no es sino leyenda negra creada por los ingleses, inundando los libros de historia de contrasentidos y de falacias que los datos reales desmienten constantemente. Al puerto de Santander y a la Coruña regresaron más de 100 barcos de aquella jornada contra Imglaterra, con más de 9000 bajas producto de las enfermadades y de los barcos perdidos en las costas de Irlanda.
Inglaterra tuvo mas de 13.000 muertos por las mismas circunstancias y al quedar arruinada la corona Inglesa, quedaron abandonados estos marineros y soldados sin duda valientes y heroicos, a su suerte. Esto fué escandaloso ya en aquel tiempo. En fin le contaría varias cosas más pero sería bueno que se documente un poco en la biblioteca antes de escribir. En internet corre mucha falsedad.